Por Ricardo Bustos
La República de Chile tiene 40.000 millones de dolares de reservas en el Banco Central, Brasil cuenta con 370.000 millones, pero el Presidente del Banco Central del país «Carioca», a pesar de los actos de corrupción que golpea a la nación, ya les dijo a los Legisladores que no se tocará un solo dolar de esas reservas para solucionar los graves problemas que afectan a su gobierno. Uruguay con el tamaño geográfico de una Provincia Argentina, tiene casi 18.000 millones de dólares y en los últimos tiempos está exportando en comparación, casi el doble que nosotros.
Todos estos países además tienen un índice de inflación que pone colorados de vergüenza a muchos políticos de Argentina.
En el caso de Brasil, adquiere mas valor el comportamiento político económico ya que gran parte de los miembros del actual gobierno han debido renunciar o directamente fueron apresados por delitos que han cometido en perjuicio del Estado, pero las reservas… «no se tocan». Aquí ya no sabemos cuantos dólares tiene el Banco Central con el anterior o el actual gobierno no sabemos si tiene dólares genuinos o prestados, pero para que ello sucediera, antes tuvo que abrirse alguna puerta por donde salieran los dineros que hoy nos faltan.
Argentina es un caso absolutamente diferente y la verdad es que no podemos culpar de todo a los políticos gobernantes porque para que exista la dádiva en forma de plan social, de ayuda, es que también hay un gran porcentaje de ciudadanos a los que poco les interesa salir de esa cautiva situación, unos por temor a perder la miseria que perciben como ayuda y otros porque en un hogar juntando todos los planes, reciben un jugoso regalo cada mes cuando van al Cajero automático. Ni hablar de las «famosas» pensiones por invalidez que abundan por todos lados y para cualquier edad sin justificativos visibles para el ciudadano común.
A finales de 2014, leíamos a Marcos Hilding Ohlson, de la Fundación «Libertad y Progreso» donde entonces el Gobierno argentino distribuiría un monto total de $120,000,000 (si leyó bien… ciento veinte mil millones de pesos) en 60 programas de asistencia diferentes con un total de 18,025,553 «beneficiarios». Si tomamos al último censo del país, allí nos informan que somos mas de 40,000,000 de habitantes (porque a muchos nos han quitado la categoría de ciudadanos) por lo tanto es fácil deducir que mas del 42% de la población puede estar recibiendo algún «plan social».
Solamente la Anses otorga mensualmente 18 tipos de beneficios con un total de 14 millones de personas, es decir que la Caja que fué creada para proteger los dineros de los jubilados y trabajadores cuando lleguen a ese estado, ve dilapidados sus fondos de manera temerosa sin saber cual será el futuro llegado el caso de una gran crisis como las tantas que ya hemos padecido.
Algo que en otros países no alcanzan a entender es que todos los «planes» sociales que administra el Gobierno Nacional, no requieren de «contra prestaciones» de ninguna naturaleza y es de esa manera que quienes reciben ese dinero sin trabajar están siendo excluidos y en condición de pobreza, anulando sus capacidades creativas o la posibilidad de producir y desarrollar una nueva vida, libre de ataduras políticas.
Deberá el gobierno de cualquier ideología comenzar con carácter de urgente, pensar en políticas inclusivas pero que tengan al ser humano como protagonista central, volviendo a fomentar la cultura del trabajo, habida cuenta que en muchos hogares hay niños que jamás vieron a sus abuelos o padres ir a trabajar, aunque si le han acompañado con la tarjeta Visa hasta el cajero del Banco.
«La corrupción está en todos lados, en todos los países, eso lo sabemos. La diferencia es que si uno mira el largo plazo descubre que la corrupción impide que un chico coma, o que un hospital tenga insumos». Facundo Manes
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556